sábado, 22 de agosto de 2009

Columbia

La predecesora de la Columbia Pictures fue la CBC Film Sales Corporation fundada en 1919 por Harry Cohn, Jack Cohn, y Joe Brandt. Esta compañía, en sus inicios, afrontaba sólo producciones de bajo presupuesto (serie B) e, incluso, para poder mantenerse, se vio obligada a arrendar una de sus naves situadas en el hoy célebre Gower Street (lugar donde se inica el llamado Paseo de la fama del que recorre el Hollywood Boulevard de este a oeste en Los Ángeles).

Los hermanos Cohn compraron a Brand su parte y se deshicieron de él, reorganizando el estudio a su manera. Harry Cohn, asentado en California, supervisaba la producción de las películas; mientras que Jack se encargaba de la comercialización y la distribución de las misma en Nueva York. Harry tenía una gran ventaja con respecto a sus competidores, además de ser productor, era el dueño absoluto del estudio (junto con su hermano, claro), por lo que tenía gran libertad para tomar las decisiones, sin tener que pedir ni rendir cuentas ante nadie (no había accionistas ni inversores externos).

En 1924, los Cohn rebautizaron el estudio como Columbia Pictures Corporation, como parte de una campaña para mejorar la imagen del estudio.

La Columbia se fue especializando en la producción de westerns, seriales y películas de acción y, poco a poco, con forme las cuentas del estudio se iban saneando e incrementado; pudieron ir afrontado proyectos con presupuestos más elevados.

El impulsó definitivo llegó cuando los Cohn contrataron a un joven director Frank Capra. Frank Capra, entre 1927 y 1939 fue convenciendo a Harry para implicarse en producciones de más calidad que implicaban mayores necesidades presupuestarias. Harry apostó por Capra y no se equivocó. Con Sucedió una noche, la Columbia pasó de estar considerada como una productora de segunda a situarse entre las grandes. Además, no fue un éxito aislado, sino que a esta película la precedieron y la siguieron otras películas también con solera de Capra.
A pesar de producir el cine comprometido de Capra, Harry Cohn nunca perdió su gusto por la comedia ligera y en 1934 contrato al trío cómico conocido como Los tres chiflados, que habían sido invitados a abandonar la Metro Goldwyn Mayer. En total, entre 1934 y 1958, el trío grabo 180 cortometrajes para la Columbia (los integrantes del grupo no fueron siempre los mismos, sino que fueron variando).

Ese mismo año, 1934, Columbia empezó también a producir una serie de dibujos animados llamada The screem gems. En honor a esta serie animada, Columbia bautizó con este nombre a una de las casas (decorados) que el estudio empezó a utilizar a finales de los 40 para ambientar sus series televisivas con personajes de carne y hueso. Durante la Segunda Guerra Mundial la Columbia alcanza su madurez y, sube en popularidad, sobre todo, gracias al descubrimiento y lanzamiento de un actriz que se haría muy popular entre los soldados Rita Hayworth.
Cuando tras la guerra, en los cincuenta, los otros estudios entraron en Crisis, la Columbia siguió su rumbo con paso firme, continuando atrayendo al público a las salas.

No obstante, cuando Harry Cohn muere en 1958, el estudio muestra su flaqueza ofreciendo títulos desiguales y pierde parte de sus audiencias masivas. La crisis se prolongó durante la década de los 60 y el estudio casi quiebra.

Fue en los 70, cuando un cambio en la gerencia, propicio la recuperación de la empresa. Fue fundamental la venta de y vendió de los estudios de la calle Gower para sanear el estado de las calamitosas finanzas. Posteriormente fue adquirida por Coca-Cola y... bueno, eso ya es la parte necrófila de un estudio que le dio al mundo, muchos años atrás, valiosas joyas.

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